jueves, 12 de noviembre de 2009

NUTRIENTES IMPORTANTES


HIERRO: Este es un nutriente importante durante el destete, ya que la leche es una fuente muy pobre de hierro. Los bebés nacen con su propia reserva de hierro pero ésta estará agotada a los seis meses, existen muchas fuentes vegetales excelentes. Algunos alimentos ricos en hierro apropiados para los bebés después de los seis meses son: zumo de ciruelas, albaricoques triturados, melaza, lentejas refinadas, cereales, vainitas bien desmenuzadas y hortalizas verdes. Evita los cereales con gran contenido en fibra ya que pueden inhibir la absorción de hierro.

VITAMINA C: estimula la absorción del hierro de origen vegetal y por tanto conviene aportar fuentes de ambos nutrientes juntas. La vitamina C se encuentra en frutas y verduras frescas, mejor no cocinar al cocinar se pierde todo su propiedad..

CALCIO: La leche materna o adaptada contiene todo el calcio que tu bebé necesita inicialmente. Buenas fuentes de calcio para las últimas etapas del destete son la leche de vaca y la leche de soja enriquecida, el queso, las hortalizas verdes, el pan integral, las vainitas, las lentejas, las almendras molidas, la pasta de ajonjoli y el tofú.


PROTEÍNAS: Debido al rápido crecimiento de los bebés, necesitan más proteínas que los adultos en proporción a su peso corporal. La leche materna constituirá la principal fuente de proteínas durante los primeros ocho meses. Las proteínas han de estar equilibradas para poder obtener la correcta proporción de aminoácidos. Combinaciones de alimentos tales como un cereal con frejol o lentejas, un cereal con frutos secos o semillas o la leche por sí misma proporcionarán la proporción adecuada de proteínas.

ENERGÍA: Los bebés entre los 6 y los 12 meses necesitan de 700 a 1000 calorías por día, de modo que necesitan fuentes concentradas de energía. Los bebés y los niños pequeños no poseen la capacidad de ingerir grandes cantidades de comida y por tanto necesitan tomas pequeñas y frecuentes. Su dieta no debería contener demasiados alimentos que sean voluminosos o acuosos. Asegúrate de que tu bebé toma alimentos energéticos concentrados como lentejas con aceite vegetal, aguacate, queso o cremas finas de frutos secos. La chancaca (panela) es fuente de energía para los bebés.

VITAMINA B12: La vitamina B12 es producida por microorganismos y se encuentra principalmente en alimentos lácteos. Los bebés vegetarianos deberían obtener suficiente cantidad por los productos lácteos. Los bebés veganos necesitarán vitamina B12 procedente de alimentos enriquecidos como algunas leches de soja, extracto de levadura bajo en sal o hamburguesas vegetales.

VITAMINA D: La vitamina D se encuentra en los productos lácteos, y alimentos enriquecidos como la mantequilla y algunos cereales para desayuno, y puede ser sintetizada por la acción de la luz solar sobre la piel. La leche materna proporciona toda la vitamina D necesaria inicialmente.

FIBRA: Una dieta demasiado rica en fibra saciará al niño antes de que sus necesidades nutricionales hayan sido satisfechas y puede interferir en la absorción de minerales, tales como el zinc, el hierro y el calcio, de modo que el salvado refinado no debe incluirse en la dieta de un niño pequeño. Si crees que tu bebé tiene estreñimiento dale fluidos extra tales como agua o zumos de fruta diluidos.

LECHE: A los bebés menores de dos años no debe dárseles leche semi-desnatada y a los niños menores de cinco no debe dárseles leche desnatada porque la leche desnatada carece de las vitaminas liposolubles A y D y los niños pequeños necesitan la energía de la grasa. Las leches de soja han de estar especialmente formuladas para bebés si se usan en lugar de la leche materna y deben estar enriquecidas si se usan como alternativa a la leche de vaca para bebés y niños pequeños.

SAL Y AZÚCAR: Deberían evitarse en la dieta de los bebés y los niños pequeños. Los riñones de un bebé no están lo suficientemente desarrollados como para soportar demasiada sal, y los alimentos y bebidas azucarados son una causa primordial de la caries dental. El azúcar proporciona calorías sin ninguna de las vitaminas ni minerales asociados. Además, un bebé que es acostumbrado a los sabores dulces puede llegar a tener problemas de obesidad en su vida posterior.

FRUTOS SECOS:Los frutos secos y semillas enteros no son adecuados para los niños menores de cinco años por el peligro de atragantarse, pero pueden ser empleados si están molidos finamente, por ejemplo en platos cocinados o en forma de cremas finas para untar.

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